El aeropuerto de Madrid Barajas inicia los primeros vuelos bajos en emisiones de CO2. De hecho, ha sido el primer aeropuerto de la red de AENA en implantar los denominados aterrizajes verdes, una maniobra de aproximación a la pista que consiste en realizar un descenso continuo sin tramos horizontales y a régimen bajo de motor. Para finales de año, siete aeropuertos establecerán el procedimiento para todos los aterrizajes en sus pistas. Esta nueva forma de encarar las pistas en el descenso previo al aterrizaje va a permitir disminuir un promedio del 25% las emisiones de CO2 y un ahorro de combustible del 25%. Otro beneficio producto de poner los motores "al ralentí" es la reducción del ruido.
martes, 21 de septiembre de 2010
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