Una lectora islandesa de Todo low cost nos transmite sus impresiones sobre el volcán Eyjafjallajökull y las fuerzas de la naturaleza de Islandia
Primero nos inundan una de nuestras perlas naturales para poder construir y abastecer de electricidad una planta de aluminio. Luego casi nos venden el país.
Parece que nuestros supuestos banqueros intentaban vender el país con el permiso de la clase política.
¡Qué es esto!
Todos sabemos que con la naturaleza islandesa no se juega. Por lo menos los islandeses lo saben.
Ahora se ha despertado, y de mal humor además. Nuestro magnífico Fimmvörðuháls entró en erupción. La verdad es que era mu lindo. Una atracción para los islandeses y turistas. Había colas de coches llenos de gente para ir a ver lo que pasaba. Justo cuando la erupción en Fimmvörðuháls se detiene empieza un volcán bajo del glaciar Eyjafjallajökull. Un poco más grave y a lo mejor no tan bonito. El glaciar se funde y crea inundaciones y avenidas en las tierras al sur del volcán. Gente y animales deben ser evacuados con rapidez. Las tierras y carreteras se cubren de cenizas y a las tres del mediodía es oscuro como en plena noche cerrada. No se veía a un metro de distancia. De todas maneras la vida sigue igual. Por lo menos fuera de la zona afectada, que es solo un pequeña parte de la isla. Los islandeses hemos aprendido a vivir con nuestra poderosa naturaleza. La verdad es que estamos más preocupados por la situación económica que por la erupción. A lo largo de nuestra historia hemos sobrevivido a erupciones anteriores y por lo tanto, sobreviviremos a esta también. Aunque realmente es un poco molesto.
Kolbrún Rut Ragnarsdóttir
jueves, 22 de abril de 2010
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